Ecuador: los logros de Daniel Noboa bajo la lupa
- Inty Grønneberg
- Mar 25
- 5 min read
En el debate del 23 de marzo, Daniel Noboa hizo algo que muchos presidentes hacen bien: hablar de logros. Lo que aún no hace bien es contar cuán grande sigue siendo el problema.

El domingo 23 de marzo de 2025, en el debate presidencial de segunda vuelta, el presidente Daniel Noboa presentó lo que él considera los logros de su gobierno. A lo largo del evento, insistió en que su gestión ha traído estabilidad económica, mejorado la seguridad, recuperado el sistema educativo y pagado deudas históricas en salud y seguridad social. Sin embargo, un análisis detallado de las cifras oficiales, reportes de medios y contrastes con sus propios datos expone una narrativa que, aunque se apoya en acciones puntuales, oculta el tamaño real de los problemas estructurales del país y exagera los impactos de ciertas medidas.
Este artículo examina los ejes centrales del debate —educación, salud y seguridad social, seguridad, economía y gobernabilidad— y los confronta con la realidad nacional y los datos disponibles.
Educación: entre las cifras y la precariedad
Durante el debate, el presidente Noboa afirmó que ha transformado el sistema educativo. Mencionó la reapertura de escuelas rurales, entrega de becas y mejoras en infraestructura. De hecho, el Ministerio de Educación reportó que en 2024 se destinaron USD 60 millones para infraestructura y se reabrieron 39 escuelas. El gobierno afirma haber entregado 107.000 becas, pero según Lupa Media, no existe una base de datos pública que respalde esta cifra ni evidencia clara de que esos recursos hayan sido efectivamente entregados a los beneficiarios. Esta falta de transparencia siembra dudas sobre la veracidad de ese logro anunciado.
Sin embargo, este tipo de anuncios carecen de contexto. Ecuador tiene más de 14.000 instituciones educativas, y según la Unión Nacional de Educadores (UNE), el 86% de ellas presenta deterioro. Además, el presupuesto educativo fue recortado en más de USD 137 millones en 2024. A pesar del relato oficial, más de 72.000 niños y jóvenes abandonaron el sistema educativo ese mismo año, y 120.000 no se matricularon.
El gobierno dice lo que hace, pero nunca cuánto falta. ¿Reabrir 39 escuelas en un país con más de 14.000? La proporción habla por sí sola. Es un gesto simbólico frente a una crisis estructural: miles de escuelas siguen en condiciones críticas. El anuncio, aunque positivo, deja en evidencia la magnitud del rezago más que un verdadero avance.

Salud y seguridad social: las deudas continúan
El presidente también aseguró que su gobierno ha saldado deudas históricas con el IESS y que no se incrementará la edad de jubilación. Aunque es cierto que se han hecho pagos parciales al IESS, el gobierno aún mantiene importantes obligaciones. Según Primicias, el Estado transfirió USD 2.659 millones, pero esa cifra incluye deudas arrastradas, y no todas han sido canceladas.
Además, sigue pendiente una deuda de USD 157 millones con SOLCA y al menos USD 243 millones con clínicas de diálisis privadas, según la Asociación Nacional de Centros de Diálisis, que indica que esa cifra corresponde a agosto de 2024 y sigue creciendo cada mes (AP News). Esta última cifra corresponde solo al 30% de las clínicas, lo que sugiere que la deuda real podría ser mucho mayor. En lugar de pagos completos, el gobierno ha ofrecido bonos del Estado, generando un problema de liquidez para instituciones que atienden a miles de pacientes con enfermedades crónicas (Primicias).
El discurso del pago de deudas choca con la realidad de pacientes sin medicinas, muertes por falta de atención y profesionales de salud impagos. La sostenibilidad del IESS sigue en riesgo, y no hay una propuesta estructural clara para corregir sus déficits históricos (GK).

Seguridad: cifras en caída, violencia en alza
Noboa sostuvo que su gobierno ha reducido los homicidios y el crimen organizado. Dijo que 2024 fue mejor que 2023 en términos de violencia. Los datos oficiales muestran una leve caída: la tasa de homicidios pasó de 47,2 por cada 100.000 habitantes en 2023 a 40,4 en 2024, según Primicias.
Pero el contexto es fundamental. Ecuador sigue entre los países más violentos del mundo. La cifra representa 19 asesinatos diarios en promedio. Además, más del 50% de la droga que atraviesa el país no es incautada. Aunque se han hecho compras de vehículos blindados y se anunció la llegada de asesoría internacional, la percepción de seguridad no ha mejorado. Las muertes de menores, el sicariato y la extorsión siguen al alza.
Según Human Rights Watch, Ecuador vive una crisis de violencia sin precedentes, donde la militarización de la seguridad pública no ha frenado los abusos, y persiste la impunidad en la mayoría de los crímenes. Las cárceles continúan bajo control del crimen organizado y los patrones de violencia han aumentado, afectando especialmente a zonas urbanas marginadas.
Noboa comunica victorias, pero omite que la violencia estructural y el poder del narcotráfico siguen intactos. Si bien ha enfrentado un escenario complejo, el resultado no respalda la narrativa de un país más seguro.

Economía y empleo: el estancamiento silenciado
En economía, el presidente prometió un crecimiento del 4% en 2025 y destacó récords en exportaciones. Sin embargo, el crecimiento proyectado por analistas para 2024 es inferior al 2%, según el Observatorio de la Política Fiscal y cifras del Banco Central del Ecuador (Primicias). La inversión pública está en mínimos históricos, y el riesgo país sigue cercano a los 2.000 puntos.
Más grave aún es la pérdida de empleos. Según Primicias, Ecuador cerró el 2024 con una pérdida acumulada de más de 264.000 empleos adecuados respecto a diciembre de 2022. El bono de USD 1.000 para 100.000 emprendedores anunciado por el presidente no ha sido implementado ni consta en el presupuesto.

La gestión económica no ha generado un entorno de mejora tangible para la mayoría. 264.000 empleos adecuados perdidos no son solo cifras: son proyectos de vida truncados. Mientras tanto, el gobierno ofrece bonos que no llegan y repite promesas sin sustento. El presidente habla de planes y promesas, pero la población enfrenta mayor precariedad, pobreza y desempleo.
¿Transformación o marketing?
Una narrativa sin contexto puede inspirar, pero también engañar. En un país donde se normaliza el abandono, exagerar los logros puede ser la forma más peligrosa de mentir.
El gobierno de Daniel Noboa ha comunicado lo que hace, pero ha evitado decir cuánto falta por hacer. La estrategia ha sido mostrar acciones puntuales y proyectarlas como transformaciones estructurales. Sin embargo, los datos y el contraste con la realidad desmienten esa narrativa.
En todos los ejes del debate presidencial, el presidente expuso cifras, pero sin contexto. Habló de lo que se ha hecho, pero evitó mostrar cuánto queda por resolver.
Los logros de gobierno deben medirse no solo por lo que se hizo, sino por cuánto contribuyen a resolver los desafíos de fondo. En medio de la confusión, la narrativa oficial parece más una estrategia de marketing que una rendición de cuentas. Todo lo demás es narrativa.

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